The Visigoths kept the administrative organization inherited from the Romans in Hispania. It was based on the existence of few large provinces. Heading each one there was a Dux (Duke). In the beginning, Dukes were just a sort of military governor. Later on, they became also responsible for civil administration.
Provinces were divided into districts, each headed by a comex (count).
In the late VII century, Sucina belonged to a county that covered what nowadays are Murcia and Alicante provinces plus some surrounding areas. The capital of this territory was Orihuela and the count’s name was Theodemir.
Mozarabic Chronicle of year 754, the main documentary source of this era that has arrived to us, remarked religious, humanitarian and military qualities of Theodemir: "a lover of the Scriptures, admirable eloquence and expert warrior".
This chronic tells also that Theodemir rejected the attack and landing attempt of a Byzantine fleet. This attack is under discussion and some historians believe that it was a trial to evaluate the possibility of invasion of the Iberian Peninsula by the Arabs, not by the Byzantines.
In those years, an expanding Islam struggled to dislodge the Byzantines out of North Africa. As almost ever through its more than thousand years of history, the Eastern Romans had a stubborn resistance and numerous counterattacks. Its capital Carthage fell and was definitely destroyed in the year 705. Muslims reached the gates of Spain, like Byzantines themselves had done a century and a half before.
The same story happened again. In the turbulent Visigothic kingdom, the sons of the late king Witiza (702-710) wanted to overthrow the king Roderic (710-711) and asked for help from the followers of Muhammad. The Visigothic army was destroyed and Roderic (or Rodrigo) died in the Guadalete battle. The Muslim army launched a lightning conquest of Hispania. The support of the Jews and the indifference of the Hispano-Roman population facilitated the collapse of a state that had long been in decay.
Theodemir resisted the invaders in his county and managed to sign an advantageous treaty with them. This treaty was in force in seven major cities (Orihuela, Alicante, Elche and Lorca among others). He agreed to pay an annual tribute and not cooperate with the enemies of Muslims. In exchange he could maintain his county semi-independent and keep his religion, laws and land.
In fact, this kind of treaties was frequent. The Muslims managed through them to control new territories by keeping existing power structures. Local aristocracy usually converted to Islam, what did not happen here.
The Treaty of Tudmir, as Theodemir was named by Arabs, listed the agricultural products grown in the area and to be paid as a tribute: cereals (wheat and barley), derived from the vine (grape juice and vinegar), oil and honey.
This treaty kept this land in peace, regardless of the bitter civil wars (fitnas) held by the Muslims, even before their conquest of Hispania were completed. The invaders coming from Arabia, Yemen and Syria were always facing each other, but mostly to North-African Berbers. The bad Islamized Berbers formed the basis of the Islamic armies in the Iberian Peninsula.
It is unclear how long the kingdom of Theodemir survived. We know that it was inherited by his son Athanagild. Some historians believe that around the year 779 the treaty was no longer respected, as a result of support given to an army sent from Syria against Rahman I, the first Emir self-declared independent of Damascus.
The territory became known as the kora (Muslim province) of Tudmir. During the administrative reorganization of the emirate carried out by Rahman II in 825, the capital was moved from Orihuela to the newly founded city of Murcia.
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Figure extracted from / Figura extraída de: Wikipedia |
Los visigodos mantuvieron en Hispania la organización administrativa heredada de los romanos. Se basaba en la existencia de pocas y grandes provincias. Al frente de cada una estaba un dux (duque). Al principio los duques eran sólo una especie de gobernadores militares. Con el tiempo se encargaron también de la administración civil.
Las provincias se dividían en distritos y estaban a cargo de un comex (conde).
A finales del siglo VII, Sucina pertenecía a un condado que abarcaba lo que hoy en día es la Región de Murcia, la provincia de Alicante y algunas zonas limítrofes. La capital de este territorio era Orihuela y el conde se llamaba Teodomiro.
La Crónica Mozárabe del año 754, principal fuente documental de la época que nos ha llegado, resaltaba de Teodomiro su formación religiosa, humanista y militar: “era amante de las Escrituras, de admirable elocuencia y experto guerrero”.
También cuenta dicha crónica que Teodomiro rechazó el ataque e intento de desembarco de una flota bizantina. Este ataque lo discuten los historiadores y algunos opinan que fue un tanteo para evaluar las posibilidades de una invasión de la península ibérica, pero por parte de los árabes, no de los bizantinos.
Por aquellos años, un islam en expansión pugnaba por desalojar a los bizantinos del norte de África. Como casi siempre a través sus más de mil años de historia, los romanos de oriente presentaron una resistencia tenaz y con numerosos contragolpes. En el año 705 su capital Cartago cayó definitivamente y fue arrasada. Los musulmanes alcanzaron las puertas de Hispania, igual que siglo y medio antes los propios bizantinos.
La historia volvió a repetirse. En el convulso reino visigodo, los hijos del fallecido rey Witiza (702-710) querían derrocar al rey Roderico (710-711) y pidieron auxilio a los seguidores de Mahoma. En la batalla del Guadalete el ejército visigodo fue destruido y Roderico (o Rodrigo) muerto. El ejército musulmán inició una fulgurante conquista de Hispania. El apoyo de los judíos y la indiferencia de la población hispano-romana facilitaron el derrumbe de un reino que hacía tiempo estaba en descomposición.
Teodomiro resistió en su condado a los invasores y consiguió firmar con ellos un tratado ventajoso. Este tratado regía en las siete ciudades principales (Orihuela, Alicante, Elche y Lorca entre otras). Por él se comprometía a pagar un tributo anual y no colaborar con los enemigos de los musulmanes. A cambio mantenía una semiindependencia y podría conservar su religión, leyes y tierras.
En realidad estos tratados no eran raros. Los musulmanes lograban gracias a ellos controlar nuevos territorios manteniendo las estructuras de poder preexistentes. La aristocracia local solía convertirse al islam, cosa que no ocurrió aquí.
El tratado de Tudmir, como llamaban los árabes a Teodomiro, detallaba los productos agrícolas cultivados en la zona y que debían pagar como tributo: cereales (trigo y cebada), derivados de la vid (mosto y vinagre), aceite y miel.
Este tratado mantuvo al territorio en paz, al margen de las encarnizadas guerras civiles (fitnas) que sostuvieron los musulmanes, incluso antes de finalizada su conquista de Hispania. Los invasores de origen árabe, yemení y sirio estuvieron siempre enfrentados entre sí, pero sobre todo con los bereberes norteafricanos. Los bereberes, mal islamizados, constituían la base de los ejércitos islámicos en la Península Ibérica.
No está claro cuánto tiempo sobrevivió el reino de Teodomiro. Se sabe que lo heredó su hijo Atanagildo. Algunos historiadores creen que hacia el año 779 ya no se respetaba el tratado, como consecuencia del apoyo dado a un ejército enviado desde Siria contra Abderramán I, el primer emir independiente de Damasco.
El territorio empezó a conocerse como la kora (provincia musulmana) de Tudmir. En la reorganización administrativa del emirato llevada a cabo por Abderramán II en el año 825, la capital se trasladó desde Orihuela a la recién fundada ciudad de Murcia.
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Visigothic Eagle-shaped clasp / Fíbula aquiliforme visigoda
Source / Fuente: Wikipedia |
Bibliography / Bibliografìa
Historia de Sucina y comarca. Volumen I. Luis Lisón Hernández. 2010
Historia del reino visigodo español. José Orlandis. 1988
Wikipedia
Atlas Histórico Digital de la Región de Murcia
La Alta Edad Media en Murcia. Visigodos y bizantinos / The Dark Ages in Murcia. Visigoths and Byzantines